lunes, 22 de noviembre de 2010

Milagro - Eduardo Jordá

El texto se puede dividir en tres partes que explicamos a continuación, mencionando las ideas que alberga cada una de ellas.

a) La secuencia de apertura (primer párrafo) en la que el autor parte de una experiencia personal. Eduardo Jordá explica que le gusta observar a los niños mientras juegan, porque le permite identificar los distintos roles y actitudes. Le complace, especialmente, encontrar algún niño noble que es capaz de defender al más débil cuando es atacado por el resto de grupo.

b) La secuencia de desarrollo (segundo y tercer párrafo) tiene la siguiente distribución temática:

a. La mayoría de los niños no se comportan de forma correcta: mienten, son incapaces de reconocer que han hecho algo mal, no defienden a los débiles… (líneas 14-19). Es la conclusión a la que llega el autor tras la observación mencionada en el primer párrafo.

b. La causa de lo anterior está en la propia naturaleza humana. Los seres humanos tendemos al mal de forma instintiva (líneas 19-21)

i. La idea de la bondad innata es equivocada (línea 21-24)

ii. Es más, no nos importa perjudicar al prójimo para obtener provecho propio (líneas 24-34)

c. Pero hay excepciones: niños que valoran el bien y que seguirán haciéndolo cuando sean adultos (líneas 35-50)

c) Secuencia de cierre (cuarto párrafo): el autor expone aquí su tesis. El comportamiento de esos niños excepcionales se debe al ejemplo que reciben de sus padres un día tras otro.

Como vemos, la estructura general del texto es sintetizante, pues la tesis aparece en el último párrafo de forma explícita, cuando el autor afirma que el comportamiento de los niños honrados, bondadosos y justos se debe al ejemplo que han recobido de sus padres.

Podríamos resumir el texto de la siguiente manera: Son pocos los niños que se comportan de forma noble, que no mienten o que, estando en grupo, defienden al débil en lugar de atacarle. Es normal, pues los comportamientos agresivos e insolidarios forman parte de la naturaleza humana. Es más, no dudamos en perjudicar al otro si eso nos va a beneficiar de algún modo. Pero siempre hay excepciones: niños que tienen una serie de valores y que son capaces de distinguir lo que está bien de lo que está mal. Esos casos existen gracias a unos padres que han sabido inculcar a sus hijos ese buen comportamiento.

Para terminar, diremos que el tema del texto es la importancia del comportamiento paterno en la educación de los hijos.

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